Instrucciones para manejarse por el blog

El pensador chiflado está decidido a cambiar el mundo. Tú puedes ayudarle a hacerlo. Conviértete
en el guionista de los Viajes de Gilibert al interactuar
en la página, pasa un buen rato viendo sus fichas de inventos o colabora con tus propias ideas.
Y no dejes de opinar al contestar a nuestra encuesta o aportando comentarios



jueves, 17 de diciembre de 2009

Capítulo 1 Miguel


Si entendemos el método científico como una manera de enfrentarse a los problemas basada básicamente en
  • la observación,
  • el lanzamiento de la hipótesis,
  • la obtención de datos,
  • el análisis y la interpretación de los mismos,
el siguiente paso científico al quiero cambiar el mundo debería ser plantearse la pregunta ¿CÓMO? (eso si pasamos por alto la más que interesante posibilidad de que esa verdad universal "no se puede cambiar el mundo" que te vienen contando desde hace años sea cierta)

Pero hace tiempo que vienes de conocerte, has aprendido que tú nunca dejarás de ser un iluso. Y sigues caminando.

Madrid, ocho menos cuarto de la mañana. La calle está desierta, algo lógico, por otra parte, la acera está que hiela y la tormenta amaina. Ya te vale, maldices al cielo mientras desembocas, que ironía, en una boca de metro. ¿No va siendo hora de quitarse la manía de hablar con los dioses? Aunque bien pensado... Te entretiene y salvarías tu alma del infierno en caso de que tu religión, que es la ciencia, se equivoque. ¡¡Sacrilegio!! ¡¡Qué heregía!! Ni se te ocurra volver a comentarlo.

Los domingos son para el verano, piensas. El invierno es demasiado frío. Pero de vuelta al cada día, entre las sombras, son treinta y cuatro los escalones de Gran Vía. Y te preguntas-- ¿habrá los mismos escalones en la otra entrada?-- Y una voz que sabes que viene de ti, pero que apenas conoces, va y te responde --¡¡Y eso que huevos importa!!-- Interesante.

Las sombras (en adelante gente) caminan al ritmo de tus cascos. Te entretienes en ponerle música a sus pasos porque observas su musicalidad al andar. Tal vez, todo es posible, se pueda estudiar el patrón de repetición de un caminante igual que una melodía. Esa rubia delgada de hay delante suena a mambo, como el cine negro. Y por hay va un negro que berrea. Heavy Metal, fijo. Dos estaciones y bajamos, que decía tu padre cuando viajabas a estas tierras, Alfredo Landa en el subconsciente y asutado por su grandeza. Luis aguarda, con su tez delgada seguro al descubierto a este mal día, sintiendo el viento como quien experimenta por primera vez una bajada en una montaña rusa. Un día te contó ilusionado que durmió en el sofá porque había descubierto que nunca había dormido en un sofá. Inquietante por lo menos. Pero es un buen chico y tiene buenas ideas. Ha sido catalogado como:
  • GÉNERO: noroccidental desarrollado
  • CLASE: creativo
  • ORDEN: moral
  • FAMILIA: humilde
  • GÉNERO: tímido y drogadicto
  • ESPECIE: inteligente
y todo empieza por él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario