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sábado, 9 de julio de 2011

Con t de turno. Capítulo 6

Caía la tarde, como cuando caen las hojas de los árboles, lentamente y al compás del viento, mientras Lorena hablaba al otro lado del teléfono, dando paseos bien cortos de tres o cuatro pasos para cada lado y se reía a carcajadas, rompiendo el silencio que quedaba de todo el alboroto de unas horas antes.
Paula, a quien nunca le habían gustado las personas tan ruidosas, se planteaba al observarla qué les habría hecho amigas, pero al no encontrar respuesta, aceptó las circunstancias como quien acepta el destino y se hizo al agua.
Sintió como el frio punzante le calaba al sumergirse, pero esa sensación le gustaba. Siempre había sido una mujer de contrastes y disfrutaba en el calor del verano el agua fría y viceversa. Por eso Paula tiritaba y no hacía nada para protegerse.
Terminó de aclimatarse a tiempo de alejarse a nado de Lorena, que se acercaba con la cara de quien tiene algo planeado para la noche. No tenía problema en escucharla, incluso en apuntarse a lo que hiciera falta, pero prefirió hacerse por esa vez la despistada y disfrutar de la oscuridad que se acercaba. 
Paula, de natación sincronizada, vuelve a sentirse joven mientras su corazón se acelera y nada, sutil y suavemente, única en una piscina a punto de cerrarse.

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