Y si mi vida fuese un capítulo de perdidos...
Habría recogido a un autoestúpido imaginario,
que por cierto sabía hablar morse,
que nooooo baaaaaalleeeeeeeenooooooo,
y el humo negro se habría hecho con mi coche,
que no dejaba de repetir una secuencia numérica bien rara
y una onomatopeya de dificil transcripción morsiana
que en nuestra jerga sonase parecido
a un corazón de luces que palpitan,
síntoma inequívoco de una clara autocochesenscia
y del propio rizo que riza el director a drede
mientras ve como septiembre le pisa los talones con tacón,
de aguja,
muy probablemente.
Suerte de guión bien diferente...
-¿O no?
-¿O qué?
-No sé.
-Ni yo.
-Tal vez...
-¡Peor!.
-Jeje
-ADiós
No hay comentarios:
Publicar un comentario