Gitana verde esperanza,
rondando donde las flores,
urgando entre mariposas
buscándose sus colores.
Puede que sea la tardanza,
la espina de aquella rosa y erguida,
recuerdos de lo aburrida que pasa por ser la cosa,
cual repetida la historia que gira como una noria,
pero notoria me es su cintura enajenada
por la locura de mis brazos verbalizando
en nombre propio todo el coloquio
en el que me ando.
Pues resumiendo,
quede bien claro que recomiendo
enamorarse siempre,
y cuando no se sea correspondido,
olvido.
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